Estados Unidos, de Australia, de Nueva Zelandia, de la Argentina y el Uruguay. Es un gran ciclo que va a terminar a poco de la Segunda Guerra Mundial, y luego vienen cuarenta años de precios deprimidos a las materias primas, salvo el petróleo. Desde hace unos tres o cuatro años comienza a notarse un repunte general de los precios de las materias primas de alimentación con la irrupción de los grandes mercados asiáticos. Muchos aseguran que vendrá otra onda de expansión de las explotaciones de alimentos. Canadá, exportador rural de maderas y trigo, en los años 20 aplicaba un gravamen de 25% a las importaciones para estimular las industrias internas, mientras que la Argentina agro-exportadora, no hizo ninguna política industrial, ponía un gravamen del 6%.
No habrá preocupación de amparo a su desarrollo industrial. Solamente la crisis del año 29/30 va a obligar al mundo liberal agro-exportador argentino a cambiar abruptamente sus perspectivas. También comienza a detenerse la fase de las emigraciones a la Argentina, hecho muy importante, ya que su mercado interno no será ampliado por un flujo poblacional creciente.
Es allí donde los pensadores liberales, los economistas liberales empiezan a ser, a pesar suyo, proteccionistas. No tienen más remedio, porque no pueden colocar los cuatro o cinco productos que la Argentina exportaba. Bajan las exportaciones, no hay divisas y eso estimula la generación de la industria de sustitución de importaciones.
La Argentina tuvo la originalidad de haber inventado en la historia un socialismo librecambista. Así acaeció que Pinedo, ante la parálisis de las exportaciones a los mercados tradicionales tanto de Inglaterra y Europa como de Estados Unidos pensó hacer una unión aduanera con los otros países de América Latina y así lo formuló en una conferencia durante el año 1931.
La necesidad inicial de un desarrollo industrial al amparo del mercado ampliado de una unión aduanera que comprendiera los países vecinos de América Latina, era todavía una visión de emergencia y economicista. Este pensamiento lo va a retomar en otra forma en el Plan Pinedo de los años cuarenta, con la Segunda Guerra Mundial, cuando las dificultades de importar de los centros en conflictos, obliga a una mayor expansión industrial.
En esas circunstancias va a nacer el Peronismo. Una serie de autores competentes y contemporáneos argentinos, como Juan José Llach, sostienen que, el rasgo de la irrupción del peronismo fue un llevar a sus límites un modelo de sustitución de importaciones, sacrificando las exportaciones. Un “mercado internismo”. Ese reproche que se ha ido gestando en los últimos años. De modo sorprendente, no toman en cuenta, en absoluto, la política exterior de Perón relacionada con este punto. El desarrollo interno y el boicot de Estados Unidos subsidiando producciones de exportación agropecuaria competitivas con la Argentina para abatirle los precios, hicieron que fuera necesaria, ante la disminución del precio de las exportaciones argentinas,
Continúa….
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