sábado, 30 de junio de 2012

38 años sin Perón



"Murió Peron"  titularon un 1 de julio de 1974 los diarios de la época, porque no hacían falta más palabras para saber de qué se trataba: había fallecido Juan Domingo Perón, el líder del movimiento justicialista y uno de los máximos referentes políticos de la historia contemporánea argentina.
El 1 de julio de 1974 el país se conmocionaba con el deceso del entonces Presidente de la Nación, que a los 78 años estaba en ejercicio de su tercer mandato constitucional y se convertía así en el único jefe de Estado que ocupó en tres oportunidades el sillón de Rivadavia.
Amado y odiado, su figura trascendió ampliamente los límites de Partido Justicialista y se transformó en una de las personalidades políticas más importantes del siglo XX en la Argentina.
 El 20 de junio de 1973, un día que debía ser una fiesta con la llegada definitiva de Juan Domingo Perón a la Argentina, luego de 18 años de exilio, se convirtió en una matanza indiscriminada de la gente que había ido a recibir y escuchar al líder y ex presidente justicialista. Desde Santa Cruz Viajamos en varios micros, en el que iba yo se rompió en Santa Cruz (pueblo de la homónima provincia)
El 12 de de junio de 1974, el líder justicialista convocó un acto en la Plaza de Mayo, que "sonó a despedida" para miles de manifestantes.
Ese día acuñó la famosa frase "mi único heredero es el pueblo" y también agradeció la presencia de los asistentes diciendo: "me llevo en mis oídos la más maravillosa música que, para mí, es la palabra del pueblo argentino".
Perón había muerto a las 13.15. El líder político fue velado en el Congreso Nacional y se decretó un duelo de tres días en todo el país.
Leyendo hoy a un gran compañero Gaucho y Peronista como *Alberto Buela con disidencias y acuerdos, pero con un profundo respeto me atrevo a entreverar tientos y formar una trenza firme y de trabajo. No para emprendados domingueros sino para el trabajo en el campo a diario (Popular y Nacional)
“Todos los sectores sociales deben estar unidos verticalmente por el destino común de la Nación (...) Se hace imposible pensar la política social sin una política nacional.” *“Es frecuente el error de oponer la política realista a la política idealista. Error que proviene de confundir al político practicón con el realista. El practicón que es un simple colector de votos o fuerzas materiales. El realismo consiste en la correcta interpretación de la realidad y la realidad es un complejo que se compone de ideal y de cosas prácticas [...] Ni escapa al círculo de los hechos concretos por la tangente del sueño o la imaginación, ni está tan atado a lo concreto que se deja cerrar por el círculo de lo cotidiano al margen del futuro y el pasado. Para una política realista la realidad está constituida de fines y medios, de antecedentes y consecuentes, de causas y concausas.” *“La economía moderna es dirigida. O la dirige el Estado o la dirigen los poderes económicos. Estamos en un mundo económicamente organizado por medidas políticas, y el que no organiza su economía políticamente es una víctima. El cuento de la división internacional del trabajo, con el de la libertad de comercio, que es su ejecución, es pues una de las tantas formulaciones doctrinarias, destinadas a impedir que organicemos sobre los hechos nuestra propia doctrina económica.” *“La falsificación (de la historia) ha perseguido precisamente esta finalidad: impedir, a través de la desfiguración del pasado, que los argentinos poseamos la técnica, la aptitud para concebir y realizar una política nacional. Mucha gente no entiende la necesidad del revisionismo porque no comprende que la falsificación de la historia es una política de la historia, destinada a privarnos de experiencia que es la sabiduría madre.” – * Arturo Jauretche Y lo criollo entonces?. Criollo es aquel que interpreta al gaucho y lo criollo es un modo de sentir, una aproximación afectiva a lo gaucho. Es por eso que lo gaucho es necesariamente criollo pero un criollo puede no ser gaucho. De allí que esos viejos camperos de antes decían: Nunca digas que sos gaucho, que los otros lo digan de vos. De modo tal que el orden criollo nace de la interpretación más acabada de aquello que la Argentina dio al mundo de más genuino: el gaucho. (Peronista) Pero avancemos un poco más y pasemos con nuestro aporte del plano descriptivo al plano metafísico-axiológico. Lo criollo al significar antes que nada y sobre todo una cosmovisión está indicando la conjunción de dos elementos: valores y vivencias. Así, desde Max Scheler y Nicolai Hartmann sabemos que los valores se captan a través de un a priori emocional, se captan por vía emotiva o sentimental, instrumento que, como dijimos, se accede a lo gaucho. Pero lo criollo nos exige además vivencias, es decir, experiencias existenciales, no es algo libresco o estudiado (como pasa con los pseudo gauchos de tienda) Peronismo Federal. Sino que hay que haberlo asumido vitalmente. Nosotros afirmamos que si bien es indudable que se ha producido paulatinamente con el surgimiento de la sociedad industrial y de consumo y con la implementación y mejoramiento de; Política Nacional e Internacional ,Justicia y Derechos Humanos, Educación y CulturaTrabajo,Economía e Infraestructura, Sistema Previsional y Acción Social Defensa y Seguridad ,Salud, Industria, Ciencia y Tecnología , Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual ("Sé que es imposible, pero alguien tiene que hacerlo" Cristina) La aparición de lo criollo (Kirchnerismo) bajo la forma del gaucho, ello no nos permite, de ninguna manera, afirmar la desaparición de los valores que alentaron a este tipo de hombre. Lo gaucho es la forma en donde se plasmó de mejor manera lo criollo, pero lo criollo es el fondo, es el núcleo aglutinado de valores que le da sentido a lo gaucho. En una palabra, que desaparezca la forma, en tanto que apariencia,(hoy los centros tradicionalistas son solo apariencia de lo gaucho-Unidades Básicas-) no nos autoriza a colegir que murió su contenido; esto es, el alma gaucha, o sea, la expresión más propia de lo criollo. Muy por el contrario, lo que se tiene que intentar es plasmar bajo nuevas apariencias o empaques los valores que sustentaron a este arquetipo de hombre, como lo son: a) el sentido de la libertad, b) el valor de la palabra empeñada, c) el sentido de jerarquía y d)la preferencia de sí mismo. No existe ningún pensador nacional iberoamericano, más allá de las disímiles posiciones políticas, que no sostenga estos cuatro principios fundamentales del alma hispanoamericana. Y las 20 verdades del Justicialismo. Así el orden criollo nace a partir de allí y es expresión política y cultural de esa esencia propia y específicamente nuestra, esto es, de la ecúmene, de esta gran casa que es Argentina, que como lo hóspito nos recibe, nos hospeda a todos nosotros (aborígenes, gauchos y gringos) que desde lo inhóspito hemos llegado a América (País) buscando la posibilidad de ser plenamente hombres. Acá la primacía no se obtiene por la antigüedad, como nos quieren hacer creer hoy en día las voces publicitadas del periodismo, acá la primacía la tiene aquel que llevó a su mayor perfección la forma de ser americano y este fue el criollo como producto de ese abrazo fenomenal, tanto en la lucha como en el lecho, que se produjo a partir de 1492. En donde Europa y América dejaron de ser lo que eran y habían sido hasta entonces para ser otra cosa distinta, diferente, nueva y no vista nunca antes: Y aquí en América (País) surgimos nosotros, “ni tan español ni tan indio”, el mundo criollo y su orden, que llegó a su plenitud cuando cuajó un arquetipo humano que en Argentina fue el gaucho. Y que fue descripto acabadamente por texto por el Facundo, el Martín Fierro, La Tradición Nacional, el Payador o Romances de Río Seco. Y que llegó a su plenitud política cuando fue bien interpretado por hombres como San Martín, Güemes, Rosas, Sáenz Peña, Irigoyen, Perón y Kischner. Entonces bienvenidos todos los criollos y si son gauchos mejor.

 ANDRES PEEBLES


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