"Murió Peron" titularon un 1 de julio de 1974 los diarios de
la época, porque no hacían falta más palabras para saber de qué se trataba:
había fallecido Juan Domingo Perón, el líder del movimiento justicialista y uno
de los máximos referentes políticos de la historia contemporánea argentina.
El 1 de julio de 1974 el país se conmocionaba con el deceso
del entonces Presidente de la Nación, que a los 78 años estaba en ejercicio de
su tercer mandato constitucional y se convertía así en el único jefe de Estado
que ocupó en tres oportunidades el sillón de Rivadavia.
Amado y odiado, su figura trascendió ampliamente los límites
de Partido Justicialista y se transformó en una de las personalidades políticas
más importantes del siglo XX en la Argentina.
El 20 de junio de
1973, un día que debía ser una fiesta con la llegada definitiva de Juan Domingo
Perón a la Argentina, luego de 18 años de exilio, se convirtió en una matanza
indiscriminada de la gente que había ido a recibir y escuchar al líder y ex
presidente justicialista. Desde Santa Cruz Viajamos en varios micros, en el que
iba yo se rompió en Santa Cruz (pueblo de la homónima provincia)
El 12 de de junio de 1974, el líder justicialista convocó un
acto en la Plaza de Mayo, que "sonó a despedida" para miles de
manifestantes.
Ese día acuñó la famosa frase "mi único heredero es el
pueblo" y también agradeció la presencia de los asistentes diciendo:
"me llevo en mis oídos la más maravillosa música que, para mí, es la
palabra del pueblo argentino".
Perón había muerto a las 13.15. El líder político fue velado
en el Congreso Nacional y se decretó un duelo de tres días en todo el país.
Leyendo hoy a un gran compañero Gaucho y Peronista como *Alberto
Buela con disidencias y acuerdos, pero con un profundo respeto me atrevo a
entreverar tientos y formar una trenza firme y de trabajo. No para emprendados
domingueros sino para el trabajo en el campo a diario (Popular y Nacional)
“Todos los sectores sociales deben estar unidos
verticalmente por el destino común de la Nación (...) Se hace imposible pensar
la política social sin una política nacional.” *“Es frecuente el error de
oponer la política realista a la política idealista. Error que proviene de
confundir al político practicón con el realista. El practicón que es un simple
colector de votos o fuerzas materiales. El realismo consiste en la correcta
interpretación de la realidad y la realidad es un complejo que se compone de
ideal y de cosas prácticas [...] Ni escapa al círculo de los hechos concretos
por la tangente del sueño o la imaginación, ni está tan atado a lo concreto que
se deja cerrar por el círculo de lo cotidiano al margen del futuro y el pasado.
Para una política realista la realidad está constituida de fines y medios, de
antecedentes y consecuentes, de causas y concausas.” *“La economía moderna es
dirigida. O la dirige el Estado o la dirigen los poderes económicos. Estamos en
un mundo económicamente organizado por medidas políticas, y el que no organiza
su economía políticamente es una víctima. El cuento de la división internacional
del trabajo, con el de la libertad de comercio, que es su ejecución, es pues
una de las tantas formulaciones doctrinarias, destinadas a impedir que
organicemos sobre los hechos nuestra propia doctrina económica.” *“La
falsificación (de la historia) ha perseguido precisamente esta finalidad:
impedir, a través de la desfiguración del pasado, que los argentinos poseamos
la técnica, la aptitud para concebir y realizar una política nacional. Mucha
gente no entiende la necesidad del revisionismo porque no comprende que la
falsificación de la historia es una política de la historia, destinada a
privarnos de experiencia que es la sabiduría madre.” – * Arturo Jauretche Y lo
criollo entonces?. Criollo es aquel que interpreta al gaucho y lo criollo es un
modo de sentir, una aproximación afectiva a lo gaucho. Es por eso que lo gaucho
es necesariamente criollo pero un criollo puede no ser gaucho. De allí que esos
viejos camperos de antes decían: Nunca digas que sos gaucho, que los otros lo
digan de vos. De modo tal que el orden criollo nace de la interpretación más
acabada de aquello que la Argentina dio al mundo de más genuino: el gaucho.
(Peronista) Pero avancemos un poco más y pasemos con nuestro aporte del plano
descriptivo al plano metafísico-axiológico. Lo criollo al significar antes que
nada y sobre todo una cosmovisión está indicando la conjunción de dos
elementos: valores y vivencias. Así, desde Max Scheler y Nicolai Hartmann
sabemos que los valores se captan a través de un a priori emocional, se captan
por vía emotiva o sentimental, instrumento que, como dijimos, se accede a lo
gaucho. Pero lo criollo nos exige además vivencias, es decir, experiencias
existenciales, no es algo libresco o estudiado (como pasa con los pseudo gauchos
de tienda) Peronismo Federal. Sino que hay que haberlo asumido vitalmente.
Nosotros afirmamos que si bien es indudable que se ha producido paulatinamente
con el surgimiento de la sociedad industrial y de consumo y con la
implementación y mejoramiento de; Política Nacional e Internacional ,Justicia y
Derechos Humanos, Educación y CulturaTrabajo,Economía e Infraestructura,
Sistema Previsional y Acción Social Defensa y Seguridad ,Salud, Industria,
Ciencia y Tecnología , Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual ("Sé
que es imposible, pero alguien tiene que hacerlo" Cristina) La aparición
de lo criollo (Kirchnerismo) bajo la forma del gaucho, ello no nos permite, de
ninguna manera, afirmar la desaparición de los valores que alentaron a este
tipo de hombre. Lo gaucho es la forma en donde se plasmó de mejor manera lo
criollo, pero lo criollo es el fondo, es el núcleo aglutinado de valores que le
da sentido a lo gaucho. En una palabra, que desaparezca la forma, en tanto que
apariencia,(hoy los centros tradicionalistas son solo apariencia de lo
gaucho-Unidades Básicas-) no nos autoriza a colegir que murió su contenido;
esto es, el alma gaucha, o sea, la expresión más propia de lo criollo. Muy por
el contrario, lo que se tiene que intentar es plasmar bajo nuevas apariencias o
empaques los valores que sustentaron a este arquetipo de hombre, como lo son:
a) el sentido de la libertad, b) el valor de la palabra empeñada, c) el sentido
de jerarquía y d)la preferencia de sí mismo. No existe ningún pensador nacional
iberoamericano, más allá de las disímiles posiciones políticas, que no sostenga
estos cuatro principios fundamentales del alma hispanoamericana. Y las 20
verdades del Justicialismo. Así el orden criollo nace a partir de allí y es
expresión política y cultural de esa esencia propia y específicamente nuestra,
esto es, de la ecúmene, de esta gran casa que es Argentina, que como lo hóspito
nos recibe, nos hospeda a todos nosotros (aborígenes, gauchos y gringos) que
desde lo inhóspito hemos llegado a América (País) buscando la posibilidad de ser
plenamente hombres. Acá la primacía no se obtiene por la antigüedad, como nos
quieren hacer creer hoy en día las voces publicitadas del periodismo, acá la
primacía la tiene aquel que llevó a su mayor perfección la forma de ser
americano y este fue el criollo como producto de ese abrazo fenomenal, tanto en
la lucha como en el lecho, que se produjo a partir de 1492. En donde Europa y
América dejaron de ser lo que eran y habían sido hasta entonces para ser otra
cosa distinta, diferente, nueva y no vista nunca antes: Y aquí en América (País)
surgimos nosotros, “ni tan español ni tan indio”, el mundo criollo y su orden,
que llegó a su plenitud cuando cuajó un arquetipo humano que en Argentina fue
el gaucho. Y que fue descripto acabadamente por texto por el Facundo, el Martín
Fierro, La Tradición Nacional, el Payador o Romances de Río Seco. Y que llegó a
su plenitud política cuando fue bien interpretado por hombres como San Martín,
Güemes, Rosas, Sáenz Peña, Irigoyen, Perón y Kischner. Entonces bienvenidos
todos los criollos y si son gauchos mejor.
ANDRES PEEBLES
No hay comentarios:
Publicar un comentario